Se cree que el motivo de la firma de este acuerdo es intentar contrarrestar la hegemonía en la red de Estados Unidos.
Representantes de China y Rusia firmaron un acuerdo que establece que ambos países mantendrán un compromiso de «no ciberagresión» y que lucharán de forma conjunta contra las campañas y el malware que puedan desestabilizar su atmósfera política y socioeconómica, así como romper el orden público. Además, intercambiarán, a partir de ahora, información y conocimientos tecnológicos que les ayuden a garantizar la ciberseguridad de sus países.
En el texto también se añade que ambos se comprometen «a no interferir con los asuntos internos de sus estados».
Según lo publicado por el diario norteamericano The Wall Street Journal, muchos interpretan este acuerdo como una manera de contrarrestar la hegemonía en la red de Estados Unidos, principalmente a partir de que se conocieron los métodos de cibervigilancia de este país, a partir de las filtraciones realizadas por Edward Snowden.
Es importante destacar que los países firmantes tienen en común legislaciones que establecen rígidos controles sobre lo que sus ciudadanos publican en Internet. De hecho, el parlamento ruso aprobó el año pasado una ley que dicta que los usuarios de blogs y de Twitter que tengan más de 3000 seguidores y lectores deberán someterse a los mismos mecanismos que los medios de comunicación, que les prohíbe expresamente publicar bajo un seudónimo.
Por su parte, China restringió a plataformas como Facebook, Google y Twitter, y tiene fuertemente controladas por sus autoridades a las versiones locales como Weibo y Baidu.
Este pacto de no agresión en Internet puede enmarcarse en el hecho de que «hay muchas organizaciones que se dedican a desplegar este tipo de tecnología para controlar información y atacar objetivos muy concretos. Ya existen ciberguerras en determinados países», como aseguró hace algunos meses el security evangelist del Instituto Nacional de Ciberseguridad, Deepak Daswani.