Se trata de una bicicleta eléctrica plegable que procesa datos de su entorno físico para producir algún valor agregado, lo que también se conoce como IoT (Internet-of-Things). La preventa del prototipo está abierta a través de Kickstarter hasta el 29 de octubre. En esta etapa habrá 300 bicicletas a la venta, a 1990 dólares y los inversores exigen una recaudación mínima de 75 mil dólares para comenzar su producción a escala, objetivo que ya fue superado antes del cierre de la campaña. Incluye una aplicación para el sistema IOS de Apple y que próximamente también estará disponible para Android. El proyecto pertenece a los socios cordobeses Lucas Toledo, Agustín Augustinoy y Eric Sevilla, estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba.
Entre las principales características de la bicicleta eléctrica se destacan que se pliega con un solo movimiento, pesa 17 kilos y su batería brinda una autonomía de 60 kilómetros. Cuando está plegada mide 90 centímetros de largo y un metro de largo, ideal para transportarla en medios públicos de transporte, como tren, colectivo o subte, y poder utilizar ascensores a su vez.
La aplicación de la Gi Fly Bike habilita una serie de servicios: un sistema antirrobo (que se activa automáticamente cuando la persona se aleja a más de 5 metros de la bicicleta), luces inteligentes de seguridad que se encienden al anochecer de forma automática o de forma manual vía telefónica con la aplicación. También permite la selección de rutas, compartirlas con otros usuarios y en redes sociales, monitorear el consumo de calorías y kilómetros realizados y prestar la bicicleta de forma segura a través de una clave.
Según declaraciones de Lucas Toledo a La Voz del Interior, el precio de la bicicleta es económico a nivel mundial. “Europa, Asia y Estados Unidos son los mercados a los que apuntamos, ya que allí hay beneficios fiscales para quienes compran bicicletas eléctricas y hay infraestructura vial; en cambio, en Latinoamérica no está demasiado popularizada esta bici”, explicó.
El prototipo que se encuentra actualmente a la venta es el cuarto que desarrollaron Toledo, Augustinoy y Sevilla, para lo cual estudiaron otros 60 modelos de bicicletas del mercado. El primer prototipo que crearon fue financiado a través del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar), que apoya proyectos dirigidos al mejoramiento de la productividad del sector privado a través de la innovación tecnológica. Toledo destacó también el apoyo al proyecto que brindó principalmente la empresa cordobesa Incutex (Company Builder) y otros inversores privados locales.