La 23° edición del diccionario de la Real Academia Española (RAE), presentado la semana pasada, introdujo nuevos términos vinculados al ámbito tecnológico -como wifi, intranet, buscador o pantallazo-. Tras la definición de la palabra “hacker” como un “pirata informático”, activistas y miembros de colectivos autodefinidos como hackers manifestaron su desacuerdo.

El líder de la comunidad Mozilla argentina y referente del colectivo HacksHackers Buenos Aires, Guillermo Movia, declaró: «Como todos sabemos, las definiciones no son neutrales. En el caso de la entrada de hacker, eso se ve potenciado», y agregó: «Escueta, directa, solo habla de lo que los medios entienden como hacker. Posiblemente porque aún allí intentan defender el status quo de las leyes de copyright y su miedo a que les ‘roben’ sus creaciones».

Por su parte, el experto en seguridad informática y hacker español Chema Alonso creó una petición en el sitio Change.org con el fin de juntar 1.000 firmas para pedir a la RAE que revea y modifique su flamante definición, iniciativa que esta tarde estaba cerca de lograr su objetivo.

«El utilizar la definición como ‘pirata informático’ para la palabra hacker es una criminalización del término y una degradación a ciberdelincuente de un grupo de personas que gracias a su pasión por buscar los límites de las tecnologías han mejorado nuestro tiempo», fundamentó Alonso en Change.org.

Si bien el uso extendido del término hacker por parte de los medios de comunicación colaboró en los últimos años a vincular a esta palabra con la actividad de entrometerse en sistemas informáticos ajenos -única connotación que tomó la definición de la RAE-, los rasgos carcaterísticos del hacker residen en su curiosidad y su lógica de trabajo o actividad en red.

En su libro «La ética del hacker y el espíritu de la era de la información», el finlandés Pekka Himanen describió en 2001 que «en el centro de nuestra era tecnológica se hallan unas personas que se autodenominan hackers. Se definen a sí mismos como personas que se dedican a programar de manera apasionada y creen que es un deber para ellos compartir la información y elaborar software libre».

Así se entiende que referentes del mundo tecnológico como Tim Berners-Lee, inventor de la web y del lenguaje de programación HTML, o Richard Stallman, pionero del movimiento por el software libre, suelan definirse a sí mismos como hackers.

Según Himanen, a los hackers «no hay que confundirlos con los crackers, los usuarios destructivos cuyo objetivo es el de crear virus e introducirse en otros sistemas: un hacker es un experto o un entusiasta de cualquier tipo que puede dedicarse o no a la informática».