Lo afirmó un representante del sector empresario durante la última edición del Latin America Mobile Broadband Forum 2015, realizado la semana pasada en Cancún. La baja asignación de espectro frenaría el desarrollo de la industria móvil que representa el 4,1% del PBI de la región.

La presión regulatoria y el bajo nivel de asignación de espectro, son dos de los principales inhibidores del desarrollo de banda ancha móvil en América Latina, aseguró Marco Antonio Galván, director senior de Estrategia de GSMA, una organización que representa los intereses de unos 800 operadores móviles de todo el mundo.

Durante su exposición, titulada ‘Aceleradores e Inhibidores del Crecimiento de Banda Ancha Móvil’, el ejecutivo indicó que las dificultades en el despliegue de las redes 4G no se deben a falta de inversión. Por el contrario, estimó que la inversión de capital rondará los 193 mil millones de dólares en el periodo 2015-2020, cifra que superaría ampliamente los 106 mil millones invertidos en los últimos seis años.

Para los operadores, en América Latina el espectro es excesivamente costoso, está subasignado y su explotación viene asociado a una serie de obligaciones en cuanto a cobertura y calidad, que los dejan expuestos a sanciones por posibles incumplimientos. A esto se suma, «una serie de restricciones que impiden la creación de infraestructura como los permisos municipales y la necesidad de acudir a distintas ventanillas para obtener las licencias correspondientes», describió Galván en su intervención.

Asimismo, según el análisis de esta cámara empresaria, el mercado móvil enfrenta la competencia de los Over-The-Top (OTT), que también ofrecen servicios sustitutos de mensajería de texto y voz, poniendo en riesgo parte de sus ganancias. Sin embargo, el empresario admite que los operadores se benefician del consumo de datos que impulsan las aplicaciones OTT.