Después de tres días de intensos debates, la cumbre de la OMC que se realizó en Buenos Aires finalizó sin acuerdos en los grandes ejes que se abordaron durante el evento: Pesca, Agricultura, Desarrollo, Servicios y Comercio Electrónico. 

Asimismo, el saldo fue negativo en materia política para el gobierno de Mauricio Macri, que esperaba mostrar un trofeo que no llegó: el acuerdo Mercosur-Unión Europea quedó en stand by por pedido de los propios países europeos.

La participación de las organizaciones de la sociedad civil se convirtió en una de las notas destacadas de la cumbre, luego de que Argentina decidiera remover las acreditaciones de algunas organizaciones e incluso deportara a una periodista británica y un integrante de una ONG noruega que llegaron al país.

Algunas de esas organizaciones finalmente participaron de la cumbre y se presentaron como voces críticas de lo que estaba ocurriendo en el marco de la cumbre. Jane Kelsey, profesor de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, manifestó que «los países poderosos que se acostumbraron a dominar la OMC han descubierto que ya no pueden controlar los resultados de las conferencias ministeriales. En lugar de aceptar la realidad de que la mayoría de los países y pueblos del mundo quieren que la OMC aborde sus urgentes realidades de desarrollo, un grupo autoseleccionado de países principalmente ricos se ha unido para establecer su propio proceso».

El titular de la Campaña por el Derecho a la Alimentación de la India, Sachin Kumar Jain, lamentó que la OMC no haya llegado a un acuerdo: «esperábamos que los países desarrollados al menos ahora dieran preeminencia a las vidas humanas sobre los agronegocios y el negocio alimentario que se enriquece «. Por su parte, la directora de Plataformas y agencias temporales, digitalización y comercio de UNI Global Union se expresó sobre la declaración conjunta de comercio electrónico que fimraron 42 países más la Unión Europea: «está muy lejos de las esperanzas de los países que tenían como objetivo crear una OMC 2.0 sobre comercio electrónico . El colapso es una buena noticia. Rechazaremos cualquier intento de continuar con esta agenda. Seamos claros: el flujo libre de datos no equivale al acceso libre y equitativo a los datos. No lo beneficiará ni a usted ni a mí. Lo que estos defensores del comercio electrónico estaban promoviendo beneficiaría a Big Tech a expensas de todos, sobre todo los trabajadores.»