A diferencia de las otras redes sociales mencionadas, en LinkedIn, los contenidos no los “curan” ni filtran algoritmos, sino «redactores de carne y hueso», sostuvo el editor ejecutivo de la empresa, Daniel Roth.
En el negocio de las noticias falsas están implicados los sitios web que las publican, las redes sociales que las propagan y las plataformas de publicidad que les dan un soporte económico sin el cual no podrían seguir funcionando.
El caso más emblemático es el de la red social Facebook, una de las plataformas que más críticas ha recibido últimamente por difundir noticias falsas. Durante las elecciones de Estados Unidos y en días posteriores la red social se ha llenado de «bulos informativos«. Lo mismo pasó con Twitter.
Sin embargo, LinkedIn, la red de profesionales más utilizada a nivel mundial, ha podido sortear este asunto, según publicó Tic Beat. A diferencia de las otras redes sociales mencionadas, en LinkedIn, los contenidos no los “curan” ni filtran algoritmos, sino «redactores de carne y hueso», sostuvo el editor ejecutivo de la empresa, Daniel Roth.
Por su parte, Facebook, se deshizo de sus editores para tratar de acabar con los rumores de censura e ideología conservadora de los que se le acusaba, sustituyéndolos por un algoritmo.
A su vez, Roth también destacó que LinkedIn tiene objetivos diferentes a las demás redes sociales y remarcó que “cuando escribes, compartes o comentas algo en LinkedIn, tu jefe, tus empleados o tus futuros socios lo pueden ver, así que la gente tiende a ser mucho más cuidadosa con lo que dicen».