La empresa suspendió más 600.000 cuentas desde mediados de 2015, en una intensificación de sus esfuerzos para combatir el «extremismo violento» en su plataforma, según informaron desde la empresa.
La red social cerró un total de 376.890 cuentas en los últimos seis meses de 2016, según su último informe de transparencia citado por la agencia Reuters. Twitter informó que había comenzado a responder a solicitudes legales de eliminar contenido compartido por periodistas y medios de comunicación verificados.
La empresa estadounidense intenta desde hace meses encontrar mecanismos para hacer frente a la creciente circulación de mensajes de odio y abusivos dentro de su plataforma, una problemática sobre la cual ejecutivos de la compañía reconocieron en reiteradas oportunidades no haber actuado con rapidez.
«Nuestra intención es actuar contra estas cuentas basándonos en nuestros algoritmos, y solo cuando estemos seguros de que su comportamiento es abusivo. Puesto que estas herramientas son nuevas, a veces cometeremos errores, pero queremos que sepan que estamos trabajando activamente para mejorarlas y avanzar todos los días», señalaron desde la red social.