La empresa de seguridad informática IOActive hackeó una serie de modelos de robots domésticos e industriales para demostrar la facilidad con la que pueden convertirse en instrumentos de espionaje e incluso armas, reportó el diario Telegraph.
La iniciativa fue parte de un experimento que buscó hacerse con el control de los robots domésticos “Pepper” y “NAO, cuyo origen es la fábrica japonesa Softbank Group, así como también los Alpha 1 y 2, de la empresa china UBTech Robotics.
De esa manera, los especialistas informáticos de la compañía descubrieron lo “peligrosamente fácil de hackear” que resultan los sistemas de dichos robots, que pueden utilizarse para grabar audio y video al tiempo que transmiten los datos a un servidor.
De la misma manera, los robots pueden ser alterados para que lleven a cabo ataques físicos, tal como demuestra el video publicado por la compañía, en el que un NAO hackeado se hace de un pequeño destornillador para atacar repetidamente a un tomate.
Asimismo, según informo Bloomberg, el ataque sobre los modelos industriales de Universal Robots permitió a los especialistas deshabilitar las funciones de seguridad claves, lo que permitiría ataques más violentos y a gran escala de parte de quien se hiciera con el control de la seguridad de los robots.