El satélite se encuentra actualmente en el período de pruebas en Bariloche. En agosto será trasladado a Guyana Francesa para su lanzamiento al espacio en la segunda mitad de septiembre.
El Arsat-2 es el segundo satélite de comunicaciones que completó todas las fases de su misión con mano de obra argentina: diseño, fabricación, lanzamiento, puesta en órbita y manejo. Este logro ubica al país en un distinguido grupo de ocho naciones que cuentan con esta capacidad.
La inversión en el proyecto fue de alrededor de 250 millones de dólares, por parte de Ministerio de Planificación Federal y destinado a la agencia nacional espacial ARSAT, que es quien está a cargo del proceso. Una vez que el satélite esté en órbita, pasará a manos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) desde su Estación Terrena de Benavídez, que es la misma que opera el ARSAT-1, de acuerdo a lo publicado por la agencia Télam.
Respecto al primer satélite, no hay diferencias en cuanto a estructura, pero el segundo sí tiene una “carga útil” diferente que genera mejor llegada con internet en áreas remotas y otra cobertura que incluye a las Islas Malvinas, Estados Unidos y a los países sudamericanos en su totalidad.
“El satélite ya ingresó en la campaña de pruebas intensivas que hacen en la empresa nacional CEATSA, para testear la respuesta que da ante condiciones extremas como las del lanzamiento puesta en órbita y la ‘pisada’ de las tres antenas y la dirección que tienen”, señaló el secretario de Comunicaciones de la Nación, Norberto Berner.
Berner, además, remarcó que uno de los mayores propósitos del lanzamiento es la exportación de material audiovisual en todo el continente y, mediante las condiciones con las que cuenta el satélite, podrá llevarse a cabo. Otro de los puntos que destacó -por tratarse del puntapié inicial para llevar adelante la agencia ARSAT- fue que el satélite se posicionará en una órbita vacía -la 81-, a diferencia del anterior, que reemplazó al alquilado AMC-6 -ubicado en la posición 72- posicionándose en la 71,8.
“Argentina estuvo a punto de perder la posición por no usarla y el ex presidente Néstor Kirchner resolvió poner en marcha este plan satelital de comunicaciones para defenderla. Hoy contamos con ambas posiciones, y pronto la 81 será ocupada”, remarcó.
El titular de la Secretaría de Comunicaciones añadió que por ahora el proceso de testeo “está saliendo bien” y que, después de las pruebas, el satélite volverá a la empresa estatal rionegrina INVAP -encargada de construirlo-, donde sólo restará colocarle los paneles solares para embalarlo y transportarlo a Guyana Francesa con un proceso similar al anterior que constó del transporte en camión al aeropuerto, donde lo esperaba el avión ucraniano Antonov, con un tamaño acorde al satélite y así llevarlo a destino.
El lanzamiento se prevé que será entre el 20 y 30 de septiembre próximos, según definieron junto con la empresa dueña del lanzador, Arianespace, junto al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el presidente de ARSAT, Matías Bianchi.