Una de las causas es la intensificación de la competencia en el mercado de los smartphones.
La empresa surcoreana Samsung estimó que ganará un 59,6 por ciento menos que el mismo período del año pasado.
El pronóstico de caída también incluye el descenso del 42,98 por ciento respecto del margen de ganancia del segundo trimestre del corriente año, según un cable de la agencia española EFE.
Además, entre julio y septiembre, las ventas totales del gigante asiático fueron de unos 44.170 millones de dólares, lo que significa una baja estimada del 20,45 por ciento respecto del año anterior.
La empresa atribuye la baja abrupta en las ganancias operativas al «aumento de los gastos de comercialización y el descenso del precio por unidad» en las ventas de los móviles de última generación, pese a que durante el curso del ejercicio vendió un mayor número de aparatos de términos interanuales.
Lo que sucede es que, si bien aumentó el número de móviles vendidos, se redujo la de los nuevos teléfonos inteligentes de alta gama, como el Galaxy S5.
Por otro lado, la presencia en el mercado de otros jugadores, como los de origen chino Huawei o Xiaomi, fue otro factor que contribuyó a la merma de la ganancia.
De cara al cuarto trimestre, Samsung se mostró algo optimista al expresar que «espera con cautela que aumenten las ventas de nuevos teléfonos inteligentes», así como de televisores por motivos estacionales.