Enrique Carrier analizó en su blog el panorama de las telecomunicaciones respecto del nuevo juego que tendrá ARSAT en el mercado.
Entre las declaraciones que han dado en los últimos días los responsables del sector, se pudo saber que se buscará ampliar la red de fibra óptica. Se buscará rentabilizar a su máxima expresión los satélites ARSAT-1 y ARSAT-2, mientras que el ARSAT-3 será puesto en reserva.
Respecto a la TDA se planea ponerle un freno a la medida y se espera una decisión en cuanto al espectro para telefonía móvil, dónde se estaría trabajando en un modelo mayorista que ponga el espectro a disposición de aquellas empresas de telecomunicaciones que aún no participan del negocio.
Dentro del nuevo escenario de las telecomunicaciones locales, el operador estatal Arsat tiene sin dudas un rol relevante. El hecho de tener en su cartera la red federal de fibra óptica (REFEFO), los satélites I y II, la red TDA y el espectro para servicios móviles hacen de Arsat un actor singular. A pesar de esto, aún no hubo una declaración oficial respecto de cuáles son los planes de las nuevas autoridades en relación con los activos que administra. No obstante, se puede comenzar a bosquejar su futuro en función de los dichos de los funcionarios del área, más precisamente del Ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, en declaraciones varias, y del presidente de la propia empresa, Rodrigo De Loredo, en una video entrevista realizada por el diario La Nación. Se trata, vale advertirlo, de un intento de decodificación de los mensajes.
Cabe aclarar que las autoridades de Arsat no quieren/pueden develar sus planes hasta tanto no estén concluidas las revisiones que les permitan establecer un estado de situación detallado de los activos de la empresa. No obstante, ya hay algunos lineamientos.
El foco estará puesto en la red de fibra óptica. Por un lado, en la “iluminación” de la red, que en su mayoría se encuentra aún sin operar. Por el otro en la expansión de su cobertura para permitir que distintas telcos puedan dar servicios a precios mucho más competitivos, especialmente en áreas hoy alejadas de las redes troncales privadas. Aquí podría haber una inclinación a llevar la red hacia provincias que, por razones políticas, fueron dejadas al margen en la gestión anterior. De hecho, Aguad anunció esta semana la llegada de la red a la provincia de Córdoba.
Por el lado de la TDA, hay indicios de que se levantaría el pie del acelerador en cuanto a su extensión. Según De Loredo, la red actual tiene una cobertura del 85% de la población, por lo que no estará al tope de las prioridades en un escenario de recursos más limitados que en la gestión anterior, para quien tuvo un significado emblemático y también político.
En cuanto a los satélites, y siempre según las declaraciones de los funcionarios, se buscará rentabilizar lo más posible los que ya están en órbita, el Arsat I y el Arsat II. Es más, se ocuparon de destacar que el Arsat II tiene mucha capacidad ociosa. No debería llamar la atención que el próximo satélite previsto originalmente, el Arsat III, sea puesto “on hold” o al menos, se levante el pie del acelerador. En relación a éste, se están además revisando algunos contratos firmados con proveedores franceses pocos días antes del cambio de autoridades nacionales.
En cuanto al espectro para servicios móviles, el panorama no parece aún definido, aunque sí estarían avanzando con una idea. Tanto por declaraciones de Aguad como de De Loredo, se está trabajando en un modelo mayorista que ponga el espectro a disposición de aquellas empresas de telecomunicaciones que aún no participan del negocio móvil. Lo que sí está descartado es que sea la propia Arsat quien construya la red. De hecho, De Loredo la calificó como una “visión mesiánica disparatada”. Queda entonces por definir el punto más crítico: quién construye la red. Ya fuera de las declaraciones de los funcionarios, algunos especulan con una red compuesta por el aporte de las redes de cada uno de los actores locales, interconectados. En alguna oportunidad Aguad mencionó al modelo mexicano, pero sin aclarar si esto implicaría un llamado a licitación para que uno o varios terceros construyan y operen la red. El tema de los servicios móviles es sin dudas el más complejo técnica y políticamente, y a la vez es muy relevante porque es la llave para habilitar el cuádruple play a quienes hoy no participan de este negocio. Un terreno fértil para las controversias.
Fuente: Blog de Carrier y Asoc.