Las empresas tecnológicas apuntan a vender cada vez más dispositivos conectados a internet que almacenan datos personales de los usuarios. El riesgo sigue siendo la amenaza a la privacidad.
Por Carolina Martínez Elebi (*)
De acuerdo con un con un informe de la consultora Machina Research, los dispositivos personales conectados a internet (conocidos como Internet de las Cosas -IoT, por sus siglas en inglés-, ya que se caracteriza por conectar objetos más que solo personas) representarán un cuarto de las conexiones móviles 5G hacia 2024. En el reporte se estima que habrá alrededor de 41 millones de conexiones 5G en ese año, de las cuales 10 millones serán exclusivamente de IoT.
Este anuncio, que trae cierto mensaje optimista y sobrevalorador de la conectividad a la gran red de redes, deja de lado el valor que tiene la información personal de cada uno de esos millones de usuarios que volcarán a sus dispositivos caseros datos sobre sus consumos, su salud, sus actividades más cotidianas, entre otros aspectos de su vida.
Cada uno de esos aparatos que estarán conectados a internet las 24 horas del día recibirá información del usuario que almacenará en «la nube» (que no es más que el servidor de alguna empresa privada en algún rincón del mundo regulado por leyes que el usuario desconoce).
Aunque todavía faltan ocho años para llegar a ese 2024 con 10 millones de dispositivos conectados, el mercado ya está comenzando a producir y vender algunas de las primeras maravillas de la Internet de las Cosas.
No sólo eso, sino que algunos gobiernos, como el de Estados Unidos, ya están analizando los posibles beneficios de estos dispositivos «inteligentes» para «aumentar sus capacidades de vigilancia», según aseguró el director de la Inteligencia Nacional de ese país, James Clapper, hace algunos días.
«En el futuro, los servicios de Inteligencia pueden servirse de él [del Internet de las cosas] para la identificación, vigilancia, monitoreo, seguimiento de la ubicación y reclutamiento o para obtener acceso a las redes o credenciales del usuario», declaró Clapper el martes 9 de febrero ante el Congreso durante una conferencia sobre la evaluación de las amenazas contra EE.UU.
Mientras tanto, el informe de Machina Research señala que aproximadamente tres cuartos de las conexiones IoT serán del segmento de automóviles conectados, siendo la gran mayoría conexiones embebidas.
En la actualidad, ya existieron diversos casos de violación de la privacidad de los usuarios a través de dispositivos conectados, como fue el caso del televisor de Samsung que «escuchaba» todo lo que fuera dicho en su entorno o como el de las muñecas estadounidense Mattel que lanzó un modelo capaz de conversar con los niños y enviar posteriormente las grabaciones a la compañía.
(*) Lic. en Ciencias de la Comunicación (UBA). En Twitter es @titayna.