En el marco del crecimiento de lo que se conoce como Internet de las Cosas (IoT, por sus sigas en inglés), habrá más objetos conectados a internet, pero no serán tantos los smartphones.
Los smartphones, que en la actualidad utiliza el 29,6% de los habitantes del planeta, serán dentro de cinco años sólo la cuarta parte de los dispostivos conectados a internet, donde ganarán lugar los televisores, autos, computadoras, pulseras, cámaras, relojes, electrodomésticos, alarmas, entre otros, según afirmó un especialista.
«Internet de las cosas es un salto cuántico respecto de lo que hoy conocemos», sostuvo el analista Alejandro Prince en el marco de la ExpointernetLA 2015, debido a que la «infobiomasa va a ser enorme», en referencia a la creación de nuevos conocimientos que se generan por el flujo de información que circula ya hoy en forma horizontal.
Agregó que «el Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) acaba de empezar, y en cinco años habrá diez veces más cosas que gente conectada. Para el 2020, estará el 50% de la población conectada», pero el impacto de los flujos de información será «de tal magnitud que aún quien no quiera o no esté conectado participará del acto de creación de conocimiento».
Prince remarcó que «estar conectado implica también más responsabilidad», lo que recordó a los asistentes las palabras del filósofo Valentín Muro, quien formó parte del equipo de comunicación de Wikipedia Argentina.
Muro llamó a reflexionar sobre los riesgos de conectar a internet sin los niveles de seguridad adecuados los equipos que tenemos dentro de nuestra propia casa y recordó los casos de las heladeras conectadas a la red que fueron utilizadas para generar correo indeseable (spam); y el de los smartTv con reconocimiento de voz que difundieron en la web conversaciones ocurridas en el living del hogar.
Para Muro, se requiere un «marco ético» que preserve la identidad, la privacidad y la seguridad de las personas sin que estos conceptos entren en conflicto.
Al respecto, sostuvo que «Argentina tiene leyes muy poderosas, mejores incluso que las de Estados Unidos», en referencia a la ley de habeas data que establece que el ciudadano puede exigirle a las empresas que le indiquen qué información tienen sobre ellos.
En línea con el pacto ético que planteó Muro, el responsable de desarrollo de negocios de Cisco, Horacio Werner, remarcó que las ciudades deben tener una «política sólida» en el manejo de datos ya que un sensor, una cámara, arroja información variada que representa «datos con valor social».
El impacto de Internet de la cosas se observa en la exposición donde empresas argentinas presentan sus soluciones tanto para el usuario residencial como para el corporativo.
Entre otras, la empresa de tecnología nacional Edrans, con su solución de monitoreo en tiempo real, especialmente utilizado en el ambiento agrario refleja la preocupación del sector por el cuidado del agua.
«Los sensores se ubican bajo tierra a la altura de la raíz de la planta y miden el nivel de agua. En determinado punto el sensor envía u mensaje al ingeniero agrónomo o al productor para avisarle que suspenda el riego, y así optimizan el consumo de agua», explicó a Télam el gerente de la empresa, Javier Dovidio.
Otro caso es el de la empresa argentina con más de 30 años en el mercado Digicard, que expuso las versiones cloud de su solución de control de acceso, tiempo y asistencia y la gestión de parques logísticos.
Con esta propuesta la firma que atiende habitualmente grandes empresas espera convencer a las PyMEs de la importancia de hacer más eficiente el trabajo de logística, con más tecnología.