Los anunciantes incluían fragmentos en silencio o con bajo volumen para compensar las partes que tienen un volumen elevado para cumplir con la legislación.
En los Estados Unidos existe una ley que no permite que las publicidades televisivas se emitan a un volumen superior al del resto de la programación.
Desde la aprobación de dicha legislación por parte del Congreso estadounidense, los anunciantes incluían fragmentos en silencio o con bajo volumen para compensar las partes que tienen un volumen elevado. ¿Por qué? Resulta que el control de las piezas publicitarias audiovisuales se lleva a cabo teniendo en cuenta el volumen promedio del anuncio.
Es en este sentido que la Comisión Federal de Comunicaciones del país del norte (FCC, por sus siglas en ingles) estuvo trabajando en una solución técnica que solucione este asunto: desde junio están utilizando algoritmos que ayudarán a controlar el volumen de los anuncios de una manera más exhaustiva y metódica. Estos algoritmos ignorarán aquellas partes del anuncio que se emitan en silencio o a bajo volumen y por lo tanto le será más difícil a los anunciantes burlar la ley antes mencionada.
Una ventaja adicional: estos algoritmos le permitirán a la FCC descubrir a los anunciantes que intentan evadir las normas, ayudando así a que el volumen de todos los anuncios sea el mismo que el de los programas de televisión y por ende mejorar la experiencia del usuario.