La empresa fue interrogada dos veces el último año por una comisión parlamentaria a raíz de sus prácticas tributarias en Gran Bretaña. En 2012, la compañía pagó una tasa impositiva del 2,6% sobre ingresos en suelo no estadounidense.

Google debió pagar 130 millones de libras por el ingreso de impuestos atrasados durante 2012. Eric Schmidt, CEO de la firma, señaló que los intentos por obligar a las compañías tecnológicas a pagar impuestos podría obstaculizar la innovación.

La empresa dijo que cumple con todas las normas impositivas en cada país donde opera, y que no paga muchos impuestos porque sus ganancias no son generadas por empleados británicos.

La filial de Google de Reino Unido declara poca ganancia en Irlanda, dado que envía las utilidades de clientes no estadounidenses a la filial de Bermudas, canalizando el pago de licencias por el uso de propiedad intelectual de la firma.

Tras una investigación de Reuters que mostró que la compañía había publicado avisos de empleo para vendedores pese a que el ejecutivo había declarado a la comisión el año pasado que la empresa no paga impuestos en suelo británico, debido a que realiza ventas desde ese territorio.

Fuente: Forbes