Debido a las multitudinarias protestas llevadas adelante en Budapest contra el impuesto, el gobierno húngaro desistió de aplicar una tasa a la transferencia de datos en Internet en el país.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, informó hoy en la radio estatal la decisión de no aplicar el impuesto, y dijo que responde a «que no se puede introducir en esta forma porque el debate sobre el tema se ha descarrilado».
Y afirmó que, sin embargo, en el futuro habrá que debatir sobre cómo gestionar los «serios beneficios» de los servidores de Internet.
La tasa, que se iba a aplicar a partir de 2015, gravaba con 0,63 centavos de dólar (más de cinco pesos) por cada Gigabyte descargado, y un límite de 2,9 dólares (unos 24,60 pesos) por persona al mes.
Las protestas que lograron la retractación del gobierno fueron impulsadas por una página en Facebook contra el impuesto a Internet, y que hoy convocaron a una movilización para festejar el triunfo.
Un portavoz de los organizadores contra el impuesto a Internet dijo que «con su retirada, Orban, admitió que nosotros encarnamos la voluntad del pueblo», según consignó DPA.
«El gobierno tan sólo quería aumentar las tasas a las telecomunicaciones, pero la gente vio en ello un impuesto de Internet», reconoció Orban.
Neelie Kroes, comisaria de la Agenda Digital de la Comisión Europea y crítica de la tasa por el uso de Internet, afirmó que «realmente me alegro por el pueblo húngaro. Se ha escuchado su voz».