La iniciativa fue criticada por defensores de las libertades civiles, quienes manifestaron su preocupación de que este mecanismo se utilice con fines de censura política, informó el diaro inglés The Guardian.
Los principales proveedores de Internet (ISP) del Reino Unido se comprometieron con el gobierno del conservador David Cameron a implementar un sistema de filtros para censurar materiales «terroristas» online.
La iniciativa fue criticada por defensores de las libertades civiles, quienes manifestaron su preocupación de que este mecanismo se utilice con fines de censura política, informó el diaro inglés The Guardian.
El acuerdo implica a los principales ISP británicos -BT, Virgin, Sky y Talk Talk- y el mecanismo es similar al que le permite a los internautas denunciar contenidos de explotación sexual infantil.
El Centro de Explotación Infantil y Protección Online (Ceop) le permite a las personas reportar el material abusivo directamente a la policía, que puede actuar de forma inmediata o derivar la información a un grupo especializado.
Según el nuevo acuerdo, para el caso de los contenidos de violencia extrema ese rol lo ejercerá la unidad de contra-terrorismo de la policía Metropolitana.
Grupos defensores de los derechos ciudadanos criticaron el flamante acuerdo y advirtieron sobre la falta de claridad sobre el mismo.
“Necesitamos transparencia siempre que se bloquea un contenido político, incluso si hablamos de sitios web que exponen puntos de vista extremistas», consideró el director ejecutivo del Grupo de Derechos Abiertos (Open Rights Group), Jim Killock.
«El gobierno debe ser claro respecto de qué sitios piensa que pueden ser bloqueados, porqué los está bloqueando y si compensará a los propietarios de los sitios que consideren que sus webs han sido bloqueadas incorrectamente», agregó, según citó The Guardian.
Esta medida busca contrarrestar la comunicación de organizaciones como el Estado Islámico (EI), que suelen utilizar la web para difundir sus mensajes y reclutar combatientes.
Según la agencia EFE, ese grupo islamista ya reclutó a más de 500 musulmanes británicos para luchar en Siria e Irak y al menos 24 de ellos murieron en combate.
El acuerdo se conoció esta mañana, al mismo tiempo en que David Cameron anunció desde Australia la introducción de «nuevas leyes antiterroristas» para evitar el retorno de los combatientes yihadistas.
Las nuevas leyes incluirán «nuevos poderes para los policías en los puertos para confiscar pasaportes, detener a los viajeros sospechosos y detener a los ciudadanos británicos en su retorno al Reino Unido a menos que lo hagan bajo nuestros términos», sostuvo el premier en un discurso en el Parlamento australiano.