Las empresas satelitales extranjeras apuntan a los mercados de datos, video y movilidad en Argentina.

El Ministerio de Comunicaciones publicó en el Boletín Oficial resoluciones que autorizan a la empresa francesa Eutelsat a operar con los satélites Eutelsat 115 WA y Eutelsat 117 WA. Ambos permisos se suman a los otorgados recientemente a Eutelsat 113 WA y al satélite holandés NSS-806, el cual fue habilitado a migrar de la posición orbital 40,5 a la 47.5 Oeste, según lo indicado en Página 12.

Estos satélites operan en las bandas C y Ku, las mismas en las que brinda servicio el Arsat 2, el cual todavía no tiene vendida toda su capacidad en ambas bandas. Aunque esa capacidad terminase de ser vendida, la ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital aprobada en noviembre del año pasado contempla la construcción de nuevos satélites argentinos, situación que evidentemente se complica si la competencia extranjera se incrementa.

Estas autorizaciones no hacen otra cosa que reforzar el planteo de la política satelital que lleva adelante el gobierno: la desregulación de los cielos. Lejos de desarrollar la industria satelital argentina, con esta decisión el gobierno beneficia a los países con los que firmó convenios de “reciprocidad”, entre ellos Estados Unidos, Canadá y México