La nueva compañía madre de la red social Facebook ha decidido cerrar su sistema de reconocimiento facial, y con él se borrarán los datos de las caras de más de mil millones de personas (un tercio del total de usuarios de la red). La propia compañía afirma que se trata de «uno de los mayores cambios en el uso del reconocimiento facial en toda la historia».
El reconocimiento facial de Facebook llevaba varios años activo y protagonizando debates sobre privacidad, y con él se pretendía reconocer a los miembros de la red social en cualquier foto que se subiera en ella. Hace dos años incluso vimos intenciones de usar las cámaras de los móviles para reconocer caras allá donde vayamos, algo que hizo que más de uno se asustara.
Eso no significa que a Meta le haya dejado de interesar ese reconocimiento facial: la compañía defiende la tecnología para ayudar a personas a saber cuándo alguien sube fotos en las que aparecen, a desbloquear dispositivos al estilo de Face ID de Apple o para evitar fraudes. Sin embargo al mismo tiempo admite que hay que tener en cuenta las «preocupaciones crecientes» en la sociedad y que a nivel regulatorio aún no hay nada en claro.
El movimiento viene justo cuando desde la Comisión Europea se quieren apresurar a investigar a Facebook por prácticas anticompetitivas, ya que creen que el proceso podría tardar años y retrasaría una posible regulación ad eternum. No hace ni dos meses, el Parlamento Europeo pedía prohibir su uso en espacios públicos.
También cabe ponderar si esto es un golpe de efecto después de la decisión de centrarse en el metaverso, el que para Zuckerberg es «el futuro de internet». Algo a lo «Ready Player One» requiere mucha confianza por parte de los usuarios, y que ahora se borren datos identificativos en masa puede ser un intento de Zuckerberg para demostrar que va en serio.
Fuente: Xataka