En un contexto de creciente presión sobre los sistemas productivos, la empresa emergente Fyto articula robótica, automatización y reciclaje de nutrientes para desarrollar un método agrícola radicalmente distinto del convencional. Con origen en un entorno académico, su enfoque apunta a transformar desechos industriales del sector lechero en materia prima para insumos agrícolas esenciales.

Según MIT News, Fyto emplea un sistema robotizado que utiliza residuos líquidos con alta concentración de nitrógeno para cultivar Lemna, una planta acuática de rápido crecimiento y alto valor proteico. Esta especie, conocida comúnmente como lenteja de agua, tiene la capacidad de duplicar su biomasa cada dos días y puede desarrollarse en cuerpos de agua poco profundos, incluso en terrenos considerados improductivos.

A diferencia de los cultivos tradicionales, el sistema no requiere suelos fértiles ni aplicación de fertilizantes químicos, ya que se nutre exclusivamente del contenido orgánico presente en aguas residuales de origen ganadero. Este modelo no solo optimiza recursos ya disponibles en las granjas, sino que también propone una solución a los problemas ambientales asociados a la gestión de residuos.

La propuesta tecnológica de Fyto se basa en una infraestructura altamente automatizada. El sistema incorpora robots de gran escala que operan sobre las piscinas de cultivo, inspeccionan el estado fisiológico de la planta y ejecutan las tareas de cosecha de forma autónoma.
Según explicó Jason Prapas, fundador de la empresa, los sensores integrados permiten identificar variaciones mínimas en el color del cultivo, estimar la densidad vegetal y sugerir intervenciones específicas para mantener un crecimiento equilibrado.
Prapas aseguró que el objetivo fue “desarrollar desde cero un sistema robótico que elimine la incertidumbre en el cultivo de esta planta”. La automatización permite operar con una exigencia mínima de mano de obra, optimizando el tiempo de respuesta ante cambios en el entorno o condiciones de cultivo.
Fyto surgió a partir de ensayos caseros realizados por Prapas, quien comenzó cultivando Lemna en piletas infantiles en su jardín con el propósito de fertilizar cultivos de hortalizas. Aquel experimento rudimentario reveló la complejidad de escalar el proceso a un entorno agrícola comercial, lo que llevó al desarrollo simultáneo de una metodología agronómica y de la tecnología necesaria para sostenerla.
Aplicaciones agronómicas y escalabilidad
El cultivo de Lemna se utiliza como insumo alimentario para el ganado gracias a su contenido proteico, aunque también puede aprovecharse como fertilizante vegetal. Según MIT News, la compañía obtuvo una licencia comercial para este segundo uso y se encuentra en fase de pruebas para su distribución masiva.
Aunque las primeras aplicaciones del sistema se concentran en granjas lecheras, Fyto también experimentó con desechos orgánicos generados en explotaciones avícolas y plantas de producción de queso.
En todos los casos, el residuo rico en nitrógeno se convierte en base nutritiva para el crecimiento de la planta.
Horizonte normativo y proyección internacional
Mientras espera la aprobación del estado de California para comercializar Lemna como insumo forrajero, Fyto ya cuenta con autorización para su uso en Europa. Según MIT News, los ensayos preliminares mostraron resultados prometedores tanto en términos de rendimiento como en eficiencia operativa.
La tecnología de Fyto no pretende competir con cultivos extensivos tradicionales, sino aprovechar espacios marginales, reducir la dependencia de insumos industriales y promover un enfoque circular en la gestión de residuos.
Con una visión global y adaptable a múltiples tipos de desechos orgánicos, la compañía propone una nueva forma de entender la producción de alimentos y fertilizantes en un escenario de creciente presión ambiental.