El portal The Register reveló este miércoles un error de diseño en los procesadores Intel que deja expuestas a las computadoras a ataques informáticos. La falla se encuentra en los chips fabricados por Intel en la última década y su solución tendrá consecuencias directas en el rendimiento de los dispositivos: según afirmaron especialistas, el parche que será necesario instalar provocrá que los procesadores funcionen entre un 5% y un 30% más lento.

Específicamente, el problema está presente en todos los procesadores con arquitectura X86-64, por lo que los usuarios de Windows, MacOS y Linux están afectados. Este incidente es de gran relevancia ya que no solo está presente a nivel hogareño, sino también a nivel de servidores, donde Intel es amplio dominador del mercado.

La falla se encuentra en el firmware de los procesadores y está presente a nivel kernel. En concreto, el problema impide que el kernel controle de forma correcta los permisos de los programas del equipo; así, piratas informáticos podrían atacar a computadoras equipadas con estos chips con malware aprovechando este error. La Solución aparente es separar por completo la memoria del kernel de los procesos del usuario utilizando lo que se conoce como Kernel Page Table Isolation, o KPTI.

Al separar el acceso al kernel del resto de los procesos, la consecuencia directa es una ralentización del equipo. Los parches KPTI mueven el kernel a un espacio de direcciones completamente separado, por lo que lo hace invisible para un proceso en ejecución; el problema de esta solución es que cambiar entre dos modos obliga al procesador a volcar datos nuevamente en caché y cargar información nuevamente en la memoria, aumentando la sobrecarga del kernel y afectando de forma negativa al rendimiento de la computadora.