Por Guillermo Pérez

Aumento en la tarifa básica de telefonía

El aumento de tarifas para la telefonía fija se encuadra en el reciente “sinceramiento” tarifario que viene impulsando el Gobierno Nacional para todos los servicios públicos. Sin embargo en el caso de las Telefónicas no queda claro en el marco de qué política se encuadra.

Recientes notas periodísticas anuncian un acuerdo entre el Gobierno Nacional y las empresas de telefonía (Telecom y Telefónica principalmente) para incrementar el precio del abono básico en un 180% para un total de 9 millones de usuarios. El aumento del abono básico era un viejo reclamo de las Licenciatarias del Servicio Básico (LSB) que venían bregando por un “sinceramiento” argumentando que el nuevo marco regulatorio les permitía la libre fijación de precios.

Si se considera una variación de $13 a $38, el incremento representará $ 1.500 millones anuales adicionales para cada una de las LSB. Por el lado de las empresas, el ingreso adicional no resultará menor si se considera que el incremento del abono básico representa cerca del 15% de la inversión proyectada para los próximos tres años, en pleno despliegue de la red 4G de telefonía móvil.

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Por lo tanto, y siendo que la unidad de negocios móvil representa dos terceras partes del ingreso de las telcos, resulta altamente probable que el incremento del abono se destine a financiar la expansión de esta red. De ser así, el rebalanceo del abono básico será más una recomposición de ingresos para las Licenciatarias que a un mecanismo que permita financiar la expansión de redes de nueva generación.

En un contexto donde se avanza hacia una nueva regulación (a poco más de un año de realizada la última), hubiese resultado conveniente sentar primero los lineamientos estratégicos de política para el sector, para recién luego definir costos y precios.

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Plantear una solución al atraso tarifario sobre un abono básico implica reconsiderar, entre otras cosas, cuál es el servicio básico que deben recibir los hogares en el futuro. El interrogante es si alcanzan las redes actuales, sobre las que se realiza un rebalanceo tarifario, para avanzar en el camino deseado.

De otro modo, habrá que concluir que el rebalanceo obedece a la necesidad de equilibrar los requerimientos inmediatos de los principales actores del sector que a la fecha han sido excluidos de los beneficios de los últimos decretos y resoluciones del PEN.