Los jóvenes dejan de consumir televisión bajo suscripción y obligan a repensar la manera de transmitir de las grandes cadenas, ya no quieren que un programa les imponga el horario de sentarse a ver televisión son ellos los que deciden su grilla. 

Los millennials «son personas jóvenes que se van a vivir solas o con amigos y ni se les ocurre tener cable, salvo que sean grandes consumidores de contenidos deportivos. No les interesa tampoco tener teléfono fijo. Sólo quieren tener banda ancha y no quieren pagar por un servicio de televisión que no van a ver«, dice Enrique Carrier, analista especializado en Internet, informática y telecomunicaciones, y presidente de Carrier & Asociados.

El mercado over-the-top (OTT) y de video sobre demanda (VOD) en América Latina llegó a 10.2 millones de suscriptores de pago a finales de 2015, una tasa de crecimiento anual de 60 por ciento, impulsado por Netflix. La industria generó 640 millones de dólares en ingresos durante 2015.

Es que a la hora de consumir televisión, los millennials no quieren que se les impongan días ni horarios para ver sus programas preferidos, «Son generaciones que estuvieron toda su vida consumiendo bajo demanda y el modelo de televisión tradicional con un horario determinado no les gusta. Lo cual no quiere decir que no miren programas que se den en la televisión, pero buscan el contenido en Internet para verlo cuando quieren«, asegura Carrier.

Uno de los grandes operadores que está centrando su foco al mercado de los millennials es la BBC, con su canal online BBC Three dirigido a un público menor de 25 años y con una audiencia semanal de 11,2 millones de espectadores, que pasó de ser un canal a desembarcar como señal online llegando a más formatos incluyendo su canal de YouTube y mayor la actividad en las redes sociales.

«YouTube es un factor muy importante para esta transformación porque no sólo se ven a youtubers y videitos cortos a través de este servicio, sino que allí se pueden ver series y películas sin costo», destaca Carrier.

En Argentina también se cuenta con plataformas para la distribución de contenidos de financiación pública. Cómo es el caso de Contenidos Digitales Abiertos (CDA), una de las principales promotoras de contenidos audiovisuales nacionales, a la que luego se sumó Odeon desarrollada en conjunto por el INCAA y ARSAT.

La industria se está preparando ante estos cambios de consumo, no sólo desarrollando contenido orientado a lo que buscan hoy los jóvenes, si no a su vez generando distintos canales de acceso para sus clientes.

Consultada por La Nación, Nadine Pavlovsky, vicepresidenta de marketing de DirecTV, las tendencias de consumo de contenido televisivo han cambiado radicalmente en los últimos años y cada vez, esta transformación, se acelera más. «Antes el consumo era lineal, es decir, la programación que daban las señales, y ahora es on demand. En general hay una tendencia creciente a ver contenidos cuando y donde quieran, y de manera individual«, señala.

«En 2015 los eventos deportivos en vivo, en especial aquellos que coincidieron con el horario laboral, fueron los eventos estrellas de DirecTV Play, servicio que permite ver contenido on line. En el caso de las series, Game of Thrones y The Walking Dead, fueron las más solicitados, mientras que El Príncipe, Fargo y Kingdom aparecen dentro de las más relevantes«, dice Pavlovsky.

Gonzalo Hita, gerente comercial de Cablevisión, explicó a La Nación, que la TV que se viene es la que impondrán los usuarios en base a sus preferencias, tanto desde el contenido como desde el formato. «La televisión como la conocemos hoy irá mutando hacia un modelo donde el consumidor será su propio programador: elegirá los contenidos preferidos en el momento deseado para consumirlo desde distintas pantallas, sin la necesidad de llegar a un horario para hacerlo. Si bien continuará habiendo un gran flujo de personas que seguirán consumiendo programación lineal en vivo, como eventos deportivos y noticieros, se va a seguir profundizando la demanda de todos los contenidos lineales en formato no lineal, para mirarlos cuando deseen, consumirlos a demanda, donde los contenidos están al alcance de un clic, sin limitaciones de dispositivos», dice.

Es que los más jóvenes no aceptan horarios ni días para ver lo que quieren. ¿Por qué hacerlo si en Internet pueden encontrar el contenido que desean cuando tienen ganas de verlo? «En una investigación que hicimos, la cual constaba de largas charlas con los padres de nativos digitales, un encuestado nos comentaba que su hijo pequeño no podía entender que en la tele grande tenía que esperar para poder ver La pantera rosa. No entendía por qué no podía verla cuando él quería, como lo hacía con la PC o la tablet«, recuerda Carrier.