La integración de América Móvil y la compra de GVT por parte de Telefónica ponen a los operadores como TIM y Oi en una difícil posición, dónde la alternativa más viable para competir parece ser avanzar hacia una consolidación de sus respectivas participaciones en el mercado brasileño.

Recordemos que la empresa mexicana de telecomunicaciones, América Móvil, fue tentada a unirse con Oi a partir de una oferta conjunta realizada por la filial de Telecom Italia en Brasil, TIM. Por otro lado, Telefónica firmó un acuerdo con Vivendi por un total de 4.663 millones de euros en efectivo para la venta de Global Village Telecom (GVT).

Mientra la telefónica Oi analiza junto al banco BTG Pactual las alternativas de la compra de TIM, la empresa trabaja junto al Banco Bradesco para evaluar la oferta de Oi. En este escenario, aparece un nuevo jugador para complicar la situación: el grupo de Luxemburgo Altice.

El nuevo actor manifestó su interés en adquirir Portugal Telecom (PT) para así fortalecer su presencia en el mercado Europeo, operación que de ser concretada, dejaría a Altice como tenedor de los activos que la empresa Iusa tiene en Brasil y que en la actualidad está en proceso de fusión con Oi.

A partir de esta situación, Oi tiene en su poder la posibilidad de vetar la venta de activos en Brasil o deshacerse de su porción de PT en CorpCp para entregárselos al nuevo actor, Altice, otorgándole así una participación decisiva a la hora de definir la operación.

Altice ya se asentó en el mercado latinoamericano a partir de la compra de Orange y Tricom en República Dominicana y en la actualidad también da servicios de banda ancha y TV paga en Guadalupe, Martinica, la Guyana Francesa y otros países del Caribe.

Este año Portugal Telecom y Oi iniciaron un proceso de fusión que derivó en la transferencia de los activos locales de la compañía lusa a Oi. En este proceso Portugal Telecom retuvo una participación minoritaria en el operador latinoamericano. La aparición de Altice, que anticipó en septiembre que su estrategia era continuar con las adquisiciones en mercados relevantes, rompería el acuerdo de fusión entre PT y Oi.

El operador luxemburgués tiene interés en un acuerdo con PT ya que de esta manera podría no solo fortalecer su negocio en el país de Europa, sino que también ingresar al mercado brasileño, que dada su gran dimensión, resulta sumamente atractivo para el inversor.

En lo que respecta a las leyes regulatorias, Altice no tiene participación en el país sudamericano, por lo cual no tendría conflictos de esa índole y en consecuencia, ningún impedimento para concretar la operación. A diferencia de la fusión entre Oi y TIM que sí podrían generar conflictos.