CAPITCABASEATVC presentaron ante el ministro de comunicaciones Oscar Aguad, un documento donde señalaron la necesidad de que todos puedan acceder a los servicios en condiciones de igualdad, de esta manera las Pyme, listas para invertir, quieren convertirse en el cuarto operador móvil del país.

También le hicieron saber a las autoridades de esta cartera que cuentan con u$s500 millones para invertir de manera inmediata si se dan las condiciones de competencia necesarias para encarar un proceso de estas características. Justo en un momento en que el Gobierno demanda al sector privado acelerar inversiones.

La semana pasada tres de las cámaras que nuclean a distintos operadores independientes de telecomunicaciones, cooperativas y cableoperadores dejaron una carta en el MinCom en la que señalaron la necesidad de que todos los argentinos accedan a los mismos servicios en igualdad de oportunidades. Se referían, específicamente, a la banda ancha fija y móvil.

Señalaron que la última licitación de espectro de telefonía celular «quedó restringida a los mismos prestadores extranjeros que ya ocupaban posiciones dominantes en telecomunicaciones. De ese modo, se dejó afuera a más de 900 empresas nacionales que llegan con sus redes a 10 millones de hogares, que no podrán licitar frecuencias para competir con los jugadores instalados«, según expresaron en el texto, al que iProfesional pudo acceder.

En el documento, que lleva la firma de la Cámara Argentina de Telefonía IP (CATIP), la Cámara Argentina de Internet (CABASE) y la Asociación Argentina de TV por Cable (ATVC), las pyme dejaron en claro que es urgente que «el Estado Nacional concrete las condiciones y medidas para la existencia de un cuarto operador que debe«, en su parecer, estar «integrado por accionistas nacionales«, ser «socialmente responsable«, «integrador de todos los prestadores nacionales de telecomunicaciones» y «cubrir con inversiones las falencias de acceso a la banda ancha, a los efectos de eliminar las desigualdades sociales«.

El planteo elevado es para impulsar un cambio en las cuestiones vinculadas con la explotación del espectro radioeléctrico, insumo básico para poder ser un operador de telefonía móvil. Las pyme telco quieren alquilar el espectro en poder de Arsat para poder brindar ese servicio, señalaron fuentes relacionadas con la industria.

Se trata de las bandas que quedaron reservadas a la compañía estatal «con carácter preferencial» de acuerdo a lo previsto en el artículo 11 de la ley 27.208 de Soberanía Satelital, es decir, las que permiten dar servicios 3G y 4G (700 Mghz, 1,7-2,1 Mghz y 1,8-1,9 Mghz), pero sobre las que hoy no es posible realizar nada, por cuanto hay una medida cautelar que impide su explotación.

Esas bandas son las que, a finales de 2014 el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había adjudicado a Airlink, la empresa del Grupo Vila-Manzano, y que el año pasado quitó por no haber pagado en tiempo y forma. Luego, vino la sanción de la ley 27.208 y ahí se determinó que esas bandas pasarían a la compañía. Pero hasta tanto se resuelve el recurso judicial interpuesto no es posible hacer uso del recurso.

Pese a este panorama, las empresas de telecomunicaciones no quieren perder tiempo. Y todas están haciéndole saber al regulador acerca de sus intereses sobre el espectro en poder de Arsat.

En este marco se inscribe el pedido elevado por las tres cámaras de pymes telco. «Ya realizamos la presentación formal a Clarisa Estol (la directora de promoción de inversiones del MinCom). Ahora estamos elaborando un documento donde expondremos sobre nuestra agenda para entrar en el negocio de la movilidad en un marco de competencia y de convergencia. Porque no queremos que haya ningún tipo de maniobra predatoria o que impida la competencia efectiva«, dijo a iProfesional.com, Franco Cecchini, presidente de CATIP.

El dirigente sostuvo, además, que tanto las compañías nucleadas en la cámara que representa como las integrantes de las otras asociaciones «tenemos el mismo estatus que han tenido las demás«. Aludió a los 10 años de exclusividad para explotar el servicio de que gozaron Telefónica y Telecom, tras la privatización, para lograr desarrollar la infraestructura y el sector.

Las pyme telco quieren que, ahora, se les abra el juego a ellas. Y que se tome en cuenta que hay localidades de 15.000 a 30.000 habitantes donde no hay atención directa de ningún gran jugador de telecomunicaciones. Esto implica que, cuando hay un problema de prestación de servicio -porque se cayó una antena, hubo un corte en la red de fibra óptica o de cualquier índole técnica- el tiempo de resolución excede siempre las 24 o 48 horas. Cosa que no ocurre cuando hay una pyme local atendiendo una zona en particular, argumento que vienen haciendo valer cada vez que se habla de calidad de servicio.

A esta altura no son las pyme telco las únicas interesadas en explotar en formato de alquiler el espectro de Arsat una vez que el conflicto judicial esté resuelto. Los principales jugadores del sector de las telecomunicaciones del país dieron a conocer su interés al Gobierno por el espectro que, eventualmente, se ponga disponible.

Según pudo constatar iProfesional, Telefónica ya elevó su nota pertinente al MinCom en el que manifestaron su eventual interés en alquilar o utilizar ese espectro en cualquier otra forma que disponga el regulador cuando esté liberado. Telecom hizo lo propio y manifestó formalmente su interés por utilizar ese recurso ocioso lo antes posible. Y Claro, cada vez que puede, expresa públicamente su postura por sumar más espectro.

Una de las figuras que podrían explotar las pyme telco para participar del negocio móvil es a través de la figura del operador móvil virtual (OMV), es decir, vender servicios móviles aunque no se posea una red. La decisión fue bien recibida por el grueso del sector, aunque quedaron cuestiones sin definirse, como los costos a los que las redes deberían interconectarse y sobre los que dependen los precios de los servicios finales a los consumidores.

La cuarta empresa de telefonía móvil podría ser un OMV o un operador con infraestructura propia, o bien uno que combine ambos mundos. Las pyme telco podrían convertirse en ese cuarto operador con un mix, es decir infraestructura propia y alquiler de infraestructura de terceros, como la de Arsat.

¿Y cuál es el rol de Cablevisión ante este panorama?
Entre las cámaras que elevaron el documento al MinCom se encuentra ATVC, que nuclea a las cámaras de cableoperadores de todo el país, y en donde se encuentra incluida, entre otras, Cablevisión.

Si bien Cablevisión ya dio cuenta de su interés por convertirse en el cuarto operador de telefonía móvil a través de la compra de Nextel, este medio pudo saber de fuentes del sector que acompaña la iniciativa impulsada por las pyme telco. Como empresa nacional, la «vaca lechera» del Grupo Clarín también pretende que el espectro que, eventualmente, esté disponible para la telefonía móvil quede en manos de empresas locales y no extranjeras.

Otras fuente consultada, que también pidió la reserva, señaló que «para Cablevisión participar de este negocio sería la salida más rápida» a la telefonía móvil.

«Cablevisión tiene un rol preponderante en telecomunicaciones -sostuvo, por su parte, Cecchini, de CATIP– porque desarrolló su red y lleva tiempo en el mercado, razones por las que merece también ser un jugador. Acá se trata de competir en igualdad de condiciones«.

A casi seis meses de la asunción del nuevo Gobierno, mucho ha pasado ya en materia de telecomunicaciones en el país. Los cambios introducidos en las leyes que regulan al sector más las resoluciones y decretos que fueron saliendo en este tiempo demuestran la intención del Gobierno de contar con un marco regulatorio que promueva la competencia y la convergencia. Modificaciones que van provocando cuestionamientos en distintos ámbitos, ya no sólo del sector privado sino también del académico y de diversos espacios políticos.

En el sector privado, esta vez ningún jugador, ni los más grandes ni los más pequeños ni los medianos, quieren quedarse fuera del juego. Saben que de su participación del negocio móvil depende su supervivencia futura. Hoy todos parecen tener los bolsillos holgados como para invertir de manera inmediata si se dan las condiciones que esperan.

Las pyme telco buscan, ahora, hacerse oír. Hacen pesar su rol en las ciudades y localidades más alejadas, en el llamado «interior profundo«. «Precisamos una política que dé lugar a un nuevo operador. El cuarto competidor, con una visión responsable, con asignación de espectro y voluntad de desarrollo y despliegue. Esto permitirá que nuestra nación tenga cobertura de banda ancha nacional a pesar de su dispersión geográfica«.

Se vienen tiempos de nuevos y más tires y aflojes entre los distintos jugadores.

Fuente: iProfesional