El tratado de libre comercio que se aprobó ayer es impulsado por Estados Unidos y abarca a 12 países que suman el 40% del PBI mundial; el texto incluye definiciones sobre propiedad intelectual, comercio electrónico y telecomunicaciones, entre otros.

Luego de años de negociaciones los representantes de los doce países que integran el Trans-Pacific Partnership (TPP) alcanzaron un acuerdo. Se trata de un tratado de libre comercio liderado por Estados Unidos y Japón y que también incluye a Chile, Perú, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Japón, Brunei, Malasia, Singapur y Vietnam.

El contenido del acuerdo es secreto pero se sabe que contiene 30 capítulos sobre inversiones, propiedad intelectual, comercio electrónico y telecomunicaciones, entre otros. En el 2011, Wiki Leaks filtró el texto del capítulo sobre propiedad intelectual propuesto por Estados Unidos que despertó críticas y preocupación entre organismos de la sociedad civil.

Según la última versión filtrada, el capítulo de propiedad intelectual pretende establecer plazos de hasta 95, 100, y 120 años para proteger obras intelectuales en casos específicos (Art. QQ.G.6). Además, las Medidas Tecnológicas de Protección sancionan el desbloqueo en teléfonos o consolas de videojuegos (Art. QQ.G.10).

En su análisis sobre el capítulo de Propiedad Intelectual la ONG chilena Derechos Digitales indica que las propuestas de Estados Unidos incluyen un sistema de «responsabilidad para los prestadores de servicio de internet (…) que podría significar la censura de sitios web o contenidos específicos, a través de órdenes de retiro o bloqueo ante supuestas infracciones a los derechos de la propiedad intelectual». Asimismo, la propuesta limitaría la privacidad de los usuarios, ya que exige que los prestadores de servicios de Internet entreguen información sobre sus clientes para identificarlos en casos de supuestas infracciones.

Asimismo la  Electronic Frontier Foundation declaró ayer que el TPP «probablemente exportará varias de las peores características de las leyes del copyright en EE.UU. a los países del Pacífico». Por su parte el periódico británico The Independent define al TPP como la «mayor amenaza global a Internet» y destaca que la iniciativa podría representar nuevas restricciones a Internet.

Sin embargo, el texto final del acuerdo aún no se conoce y tampoco podrá ser modificado por los parlamentos de los países firmantes que solo tienen la opción de aceptar o rechazar el tratado en su totalidad. El hermetismo del proceso es uno de los aspectos que critica la ONG Derechos Digitales que ayer, tras conocerse la aprobación del acuerdo manifestó que «no existe ninguna razón para que un tratado de esta magnitud haya sido negociado a espaldas de la ciudadanía.»

Además de los aspectos económicos, destaca el valor geopolítico de este acuerdo. El lunes pasado el presidente Barack Obama precisó que siendo que el 95% de los potenciales clientes de Estados Unidos viven en el extranjero «no podemos dejar que países como China escriban las reglas de la economía global».

Se espera que el TPP sea firmado en los próximos meses y una vez que ello ocurra, los países que lo integran deberán lograr la aprobación de sus respectivos poderes legislativos. La entrada en vigor del TPP implicará la creación de la mayor zona de libre comercio de la historia que representaría cerca de 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y 25 por ciento del comercio global.