Primero Instagram, luego Facebook y ahora Tinder. Todos quieren subirse al tren de los vídeos efímeros.

Tinder anunció la adquisición de Wheel, una red social especializada en crear y compartir videos muy parecidos a los de Snapchat. Desde la empresa comunicaron que integrarán las funciones de video en el futuro, pero no revelaron los términos del acuerdo.

Wheel ofrecía a sus usuarios la posibilidad de hacer videos móviles de manera fácil y compartirlos con sus amigos o familiares. Desde su lanzamiento en 2015, la aplicación ofrece automatización inteligente en términos de edición de video y la capacidad de hacerlos públicos y compartirlos con sus amigos.

Snapchat, una red social que vive única y exclusivamente del vídeo ha dado la llave mágica a otras que empezaron dedicadas a otras cuestiones. Ellos lo popularizaron, lo hicieron vital y necesario para muchos y otros, que habían vivido de fotos hasta la fecha, sólo tuvieron que subirse al carro. La opción de vídeo no tardó en contagiarse a Instagram, Facebook o Twitter y, al poco tiempo, el modelo de historias de Snapchat pasó a la red social de fotos.

Este era el punto que le faltaba a Tinder. La idea de añadir una modalidad de vídeo no mejoraría los resultados de matches en la aplicación, ni las probabilidades de «ligue«, pero seguramente sí consigue que los usuarios estén más tiempo en la app.