El Decreto 267/15 que modificó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, abrió el juego para que las telcos comiencen a barajar y dar de nuevo.
En los últimos días, la reunión entre Mauricio Macri y Carlos Slim, junto con las declaraciones de Oscar Aguad sobre el compromiso de las telefónicas a invertir, muestran a las claras que el juego cambió y que cada uno de los participantes está buscando su porción.
El fin de semana, Fernando Krakowiak escribió en Página/12 que luego de la reunión entre Carlos Slim y Mauricio Macri se levantaron las alarmas de las telefónicas, dado que Slim planearía adquirir Telecentro, pasar a controlar una parte de la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO) y conseguir capacidad de transmisión satelital de ARSAT para poner esa infraestructura al servicio de su expansión en el país.
Claro necesita una red fija para operar, ya que no tiene red troncal y hoy alquila REFEFO para brindar servicio móvil en las provincias del norte. Por lo cual, adquirir REFEFO y a su vez una parte de ARSAT II serviría no sólo para mejorar su inversión si no para brindar televisión satelital. Si bien esto no es posible por el artículo 45 de la Ley 26.522, la posibilidad de cambió se encuentra latente ante el proyecto de la nueva Ley de Comunicaciones.
Luego de esto, el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, anticipó que las telefónicas se comprometieron a invertir y declaró que «las inversiones del sector de comunicaciones rondan (actualmente) el 1,6% del PBI, cuando debería superar los 3 puntos del PBI por año», pero «tres grandes empresas del sector, el grupo Telecom, Telefónica y Claro, han prometido inversiones por u$s 2.500 millones».
Agregando que «las cableras y Nextel también van a hacer inversiones, así como otras 100 empresas adyacentes a las operadoras de telecomunicaciones«.
La consultora Mc Kinsey, a pedido del gobierno, se encuentra realizando un estudio sobre posibles inversores que ayuden a incorporar capital privado en ARSAT, para poder explotarlo, lo que se intenta realizar es una especie de loteo en distintas unidades de negocios.
Hector Huici, secretario de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, había declarado anteriormente que ARSAT se encuentra compuesta por «la parte satelital, la red de fibra óptica, el data center y la mochila de plomo de ARSAT, que es el tema de la TDT (Televisión Digital Terrestre)”, las declaraciones muestran a las claras como el Secretario de las TIC piensa a ARSAT disgregada y no como un todo.
La «mochila de la TDT« como se refirió Huici, es una buena oferta en la que podrían disputar las telefónicas, dado que ocupa la banda de 512 a 698 MHz, por lo que si se liberara la banda del 600 MHz para las operaciones móviles, se puede subastar el espectro o bien realizar una adjudicación directa.
Un negocio que le viene muy bien a Claro que al entrar tarde a la licitación de la banda del 700 MHz obtuvo una porción pequeña de la banda y en las frecuencias más altas. Entrando a la banda del 600 adquiriría mayor cobertura a un menor costo de inversión.
En las negociaciones que ayudarían al magnate mexicano se encuentra la designación de José María Márquez, un ex ejecutivo de Claro que fue oficializado como Director Nacional de Regulación de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, por debajo de Huici. Y que podría jugar muy bien en favor de Slim.
En las posibles adquisiciones de Carlos Slim se encuentra Telecentro quién hoy dispone una licencia como Operadores Móvil Virtual que le asigno el Ministerio de Comunicaciones, luego de aprobar el nuevo reglamento.
Son varios los jugadores que hoy se encuentran interesados en el sector, el Ministro Aguad destacó que ARSAT debe ejercer como proveedor mayorista de conectividad y anunció la aprobación de un marco regulatorio para el sector «antes de fin de año» y las diferentes acciones para alcanzar una mejora sustancial de la calidad de las comunicaciones en todo el país.
También aseguró que «sigue siendo una empresa pública, aunque la ley prevé que puede tener participación privada«, y aclaró que las «tratativas con las telefónicas es para venderles el servicio que presta ARSAT como mayorista»
Aguad remarcó que la estadounidense “AT&T tiene mucho interés en invertir en Argentina”, y precisó que en la última reunión de la firma con el presidente Macri, “expresaron que están estudiando entrar en el mercado por cable, por fibra y en telefonía móvil”
«Tenemos que aprovechar la revolución digital para transformar el conocimiento en producción» porque la «tecnología digital nos permite con menos esfuerzo producir más bienes en menos tiempo, a menos costo y con menos gasta de energía«, afirmó.
Si bien hoy las telcos disputan un lugar en el mercado hay que esperar a ver que pasa con los futuros inversores que se están buscando desde el gobierno, ya que todos estarían dispuestos en participar de la convergencia argentina. Lo que resta saber es si van a tener que esperar hasta el 1 de enero de 2018, o si las reglas cambiaran pronto.