El presidente pretende que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) controle que los proveedores de Internet no limiten el acceso a los usuarios, estos últimos se manifestaron en contra de este pedido.
Barack Obama solicitó la creación de medidas «lo más estrictas posibles» a favor de la neutralidad de la red, es decir, para asegurar el principio de igualdad de acceso a internet para todos los usuarios. Con este fin, el presidente solicitó la reclasificación del servicio de internet como un servicio público, tal como la electricidad o el agua.
«La FCC debe asegurarse de que cada vez que alguien usa una computadora, un teléfono o una tableta, los proveedores de internet tengan la obligación legal de no bloquear o limitar el acceso a un sitio web. Las compañías de cable no pueden decidir en qué tiendas online no puedes comprar, o qué empresas de streaming no puedes usar», detalló Obama.
En la actualidad, el acceso a Internet se considera un servicio de información, por lo que la FCC no puede impedir que los proveedores apliquen prácticas de discriminación contra los usuarios. Por ende, el primer mandatario de Estados Unidos consiste en clasificar el acceso a internet como un servicio de comunicación bajo el Título Segundo de la Ley de Telecomunicaciones.
En ese sentido, las empresas de telecomunicaciones se opusieron al medida argumentando que sería un retroceso para la situación actual del servicio de Internet, que es producto de sus multimillonarias inversiones en infraestructura. Por otra parte, consideran pertinente que los mismos proveedores de internet puedan regular las velocidades de conexión según el consumo de cada sitio.
Por medio de un comunicado, Charter aseguró: «El extraordinario crecimiento del servicio de internet en Estados Unidos, que ahora llega a más de 70 millones de hogares, ha sido el resultado de las medidas regulatorias actuales«. Y agregó: «Nos oponemos fuertemente a la reclasificación del internet como un servicio bajo el Título Segundo de la Ley de Telecomunicaciones».
Por su parte, David Cohen, vicepresidente ejecutivo de Comcast, comentó: «La reclasificación del servicio de internet podría revertir casi una década de avances, incluso una sentencia de la Suprema Corte de que la clasificación actual es apropiada. Esto significaría dar un paso hacia atras que podría afectar las inversiones y la innovación, como quedó reflejado inmediatamente en el mercado de acciones. Ese paso hacia atrás tiene que ser considerado por el Congreso».
Tom Wheeler, jefe de la FCC, comentó: «El llamado de Obama es una incorporación muy importante y es bienvenida a la larga trayectoria de neutralidad de la red», y estuvo de acuerdo en que tanto Obama como la FCC se oponen a las vías prioritarias de Internet.
Sin embargo, la solicitud de Obama se conoce pocos meses después de que la FCC aprobara una polémica propuesta para habilitar un internet de «dos velocidades». Esta medida implica que los proveedores de internet pueden cobrar a generadores de contenido como Netflix o YouTube por acceso a calanes de mayor velocidad.
Esta posibilidad iría en detrimento de otras compañías más pequeñas que no puedan pagar ese sobrecargo. Por su parte, los usuarios podrían elegir entre ese servicio «prioritario» o uno estándar. Luego de la polémica por esta propuesta tuvo lugar una consulta pública que recavó la opinión de más de 4 millones de ciudadanos y organizaciones.