El debate sobre del pedido del FBI a Apple para que colabore facilitando el acceso al iPhone 5S de Syed Rizwan Farook, uno de los autores de la masacre de San Bernardino, se ha recrudecido luego de que el FBI impusiera una orden judicial para extraer datos de otros 12 iPhones.

Apple decidió ponerse firme ante su decisión de no abrir el acceso al iPhone de Farrok y la comunidad tecnológica salió en su apoyo, lo que lo convierte en una decisión sin precedentes. Google, WhatsApp, Facebook y Twitter no ven con buenos ojos la intimación del FBI.

El consejero delegado de Google, Sundar Pichai, tuiteó sobre «forzar a las compañías a piratear podría comprometer la privacidad de los usuarios. Construimos productos seguros para proteger la información y damos a las fuerzas de seguridad acceso a los datos en base a órdenes legales. Pero eso es muy diferente de exigir a las empresas que permitan el pirateo de aparatos y datos. Podría ser un peligroso precedente».

Facebook emitió un comunicado de apoyo: «Condenamos el terrorismo y tenemos total solidaridad con las víctimas del terrorismo. Aquellos que busquen enaltecer, promover o planificar actos terroristas no tienen cabida en nuestros servicios».

«También apreciamos el difícil y esencial trabajo de los funcionarios de seguridad para mantener a la gente a salvo. Sin embargo, seguiremos luchando agresivamente contra los requerimientos para que las empresas debiliten la seguridad de sus sistemas. Estas demandas crearán un precedente atemorizante y obstaculizarán los esfuerzos de las empresas para asegurar sus productos», agregó.

Por su parte, el jefe de Twitter, Jack Dorsey, también expresó su apoyo a Apple. «Respaldamos a Tim Cook y a Apple (gracias por su liderazgo)«, escribió en su cuenta de Twitter.

Las autoridades del FBI en su primer pedido solicitaron el desbloqueó del iPhone de Farrok, sin embargo, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos está solicitando órdenes judiciales para obligar a Apple a extraer datos de otros 12 iPhones adicionales a los del atentado de San Bernardino, de casos de todo el país. Lo que demuestra que el caso no es aislado.

El FBI no sólo solicita el acceso a los dispositivos, si no que además requiere que desde la compañía se desarrolle con todas sus líneas de código, una solución nueva, un nuevo procedimiento para poder acceder a un iPhone reinstalando una nueva versión del sistema operativo en la que determinadas funciones de seguridad estén desactivadas.

La medida refuerza el debate sobre hasta dónde la seguridad amenaza la libertad. Ya que desarrollar un producto para debilitar la seguridad de otro y así exponer a todos los usuarios a ser espiados, es un hecho como mínimo alarmante.