La empresa argentina Satellogic lanzó con éxito esta madrugada sus dos nuevos nanosatélites, «Ada» y «Maryam», desde Jiuquan, China.

Se trata de un nuevo paso en el objetivo de construir la mayor plataforma de análisis de información geográfica de la Tierra. El lanzamiento ocurrió alrededor de las 4.30 (hora argentina) desde Jiuquan, China, a bordo de un Larga Marcha, un cohete chino con capacidad para llevar varias toneladas. De esta manera, también, se consolida la posición de Argentina en el mercado de los satélites.

 

Los nanosatélites se sumaran a la «Constelación Aleph-1», que poseen una masa de 40 kilos y miden apenas 80 centímetros de alto, tardarán 93 minutos en completar cada vuelta a la Tierra y permitirán tomar imágenes de cualquier punto del planeta.

Ada y Maryam, junto con «Manolito», «Tita», «Fresco», «Batata», «Milanesat» y «Capitán Beto», los otros miembros de la constelación, proveerán servicios comerciales a las industrias agropecuaria, de gas y petróleo, y de infraestructura, entre otras. Estos equipos monitorean oleoductos y pozos petroleros para prevenir amenazas al medio ambiente y alertar sobre la integridad de los conductos. En agricultura, se monitorean los cultivos, tanto a productores individuales como para las tomas de decisión en materia de agricultura de precisión.

Los nanosatélites tienen un tamaño similar a una silla: rondan los 40 kilos y miden alrededor de 80 centímetros de alto por 40 de ancho. Su precio, dependiendo de los instrumentos, oscila entre 100.000 dólares y menos de un millón.

Los nombres de los nuevos nanosatélites rinden homenaje a mujeres pioneras de la computación y la matemática: Ada Lovelace, considerada la «madre» de la computación moderna, quien fue la autora del primer algoritmo ejecutado por una máquina; y Maryam Mirzakhani, la primera matemática mujer en ganar la prestigiosa medalla Fields.

La empresa Satellogic tiene cinco sedes en puntos estratégicos del mundo. En Argentina se realiza el proceso de investigación y desarrollo, y en Uruguay se construyen. El software de procesamiento y análisis de datos se completa en Tel Aviv y Barcelona, y en San Francisco está el área comercial.