El equipo se encarga de monitorear lo que ocurre a nivel mundial e interno tanto en organismos públicos como privados que tengan infraestructura que puede ser atacada, para luego advertirlos sobre los peligros y eventualmente trabajar en el plan de contingencia adecuado.

Predecir y prevenir ciberataques contra la seguridad nacional es el objetivo de la Dirección operacional de ciberseguridad, que fue presentada por el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli, y que está integrada por matemáticos, especialistas en criptografía, redes, inteligencia artificial y redes scada.

«La flamante Dirección se transformó así en el puntapié inicial de un plan de soberanía digital argentina, que deberá continuar el próximo gobierno pero que ya hemos encaminado. El próximo paso sería que produzcamos nuestro propio hardware, lo que nos daría la garantía de que no nos espían cuando compramos equipos«, precisaron desde el organismo nacional.

La medida forma parte de la nueva doctrina de inteligencia, puesta en marcha a través del decreto 1311 del 7 de julio pasado y que, como pidió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, no «espía» a los argentinos sino que establece inteligencia por temas como el narcotráfico, la trata de personas, los delitos económicos y la ciberseguridad, por ejemplo.

Aunque el origen de los ataques es casi impredecible, si se pueden predecir los destinos de los ataques: si alguien quiere conectarse a un lugar que no debería, sacar información de algún sitio o directamente «bajarlo», el equipo de técnicos especializados debe analizar qué puede afectar la seguridad de la Argentina y actuar en consecuencia.

«Por el momento, los ciberataques más frecuentes que se reciben en el país son de hackers comunes y no con fines de boicotear un banco o una central nuclear, por lo que por ahora estamos tranquilos, pero atentos«, agregaron los especialistas.