El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desarrolló una red de fibra óptica propia. Con una inversión de $230 millones amplió y unió las cinco que ya venían funcionando de forma separada.
De esta manera, de los 200 kilómetros que tenía en 2015, la red tendrá ahora 635. El dato más significativo es que la velocidad pasará de 10 a 100 gigas.
La Ciudad contaba con redes que funcionaban por separado de acuerdo al servicio que conectaban: subtes, autopista, tránsito o policía. Ahora, explicaron durante la presentación, se dejarán de contratar servicios a terceros.
Fibra óptica para salud, educación y seguridad
Según informó el gobierno, el foco estuvo puesto en mejorar los servicios de educación, salud y seguridad.
En el caso de las escuelas, la conexión alcanza a 772 establecimientos educativos. Así, beneficia a más de 220.000 alumnos y 20.000 docentes.
Los planes también incluyen conexiones entre cabinas de denuncias instaladas en las comisarías y las fiscalías. Otras áreas que contarán con mejor conexión son las sedes comunales. Allí, el Gobierno porteño buscan agilizar trámites como renovación de licencias de conducir, DNI o partidas de nacimiento.
«Se priorizaron escuelas, comisarías y hospitales, pero también se van a incorporar los servicios nuevos que vayan surgiendo», dijo Dereck Dougall, director de la Agencia de Sistemas de Información. «En las escuelas habrá 150 megas, cinco veces más que hoy, pero en una segunda etapa será de 1 giga por escuela», agregó.
Las mejoras, de acuerdo a las previsiones de los funcionarios, también se verán en la red Wi-Fi de la ciudad, con nuevos puntos de conexión entre los que se incluirán a los principales centros de trasbordo como Constitución, Once y Retiro.