El plan del Gobierno mexicano para realizar el «apagón analógico» en todo el país el 31 de diciembre de este año se ve afectado por la reducción del presupuesto para distribuir televisores de forma gratuita.
La reforma constitucional mexicana aprobada en 2014 indicó que para llevar adelante el «apagón analógico» se necesita que el 90 % de los hogares tengan acceso a TV digital. De esta manera, se pone en peligro la fecha estipulada para llevarlo a cabo que sería el 31 de diciembre próximo.
Según Edgar Sigler en El Universal, se esperaba repartir 13 millones de aparatos que se redujeron a 10 millones. De esta manera, solo se podría cubrir al 72 % de los 13,8 millones de hogares definidos por los planes de asistencia social de Sedesol.
A diferencia de la primera prueba piloto que se realizó del «apagón» en Tijuana a cargo del presidente Felipe Calderón, el gobierno Enrique Peña Nieto decidió entregar televisores, con lo cual el costo por beneficiario subió de 600 pesos mexicanos, 42 dólares, a 2.000 pesos, 138 dólares.
Una de la soluciones propuestas es realizar el «apagón analógico» por zonas y entregar decodificadores en reemplazo de los televisores. Por su parte, la oposición política a Peña Nieto cuestionó que se regalen pantallas a meses de las elecciones parlamentarias de este año.