El cambio en la política de la empresa se considera importante debido a la dificultad que existe en la actualidad para llevar adelante un enjuiciamiento.

Por Carolina Martínez Elebi*

Google está empezando a eliminar la «porno venganza» («revenge porn», en inglés) de los resultados de búsqueda, limitando el acceso a las imágenes de sexo explícito que fueron compartidas sin el consentimiento de los sujetos.

En las próximas semanas, la empresa habilitará un formulario web que permitirá a los afectados solicitar la eliminación de los resultados que los muestre desnudos o en situaciones sexualmente explícitas sobre las que ellos no hubieran acordado que fueran públicas.

Es un importante cambio de la política de Google que puede limitar el daño hecho por la «porno venganza», que en la actualidad es difícil de controlar a través de los medios legales.

«Las imágenes de ‘porno venganza’ son intensamente personales y emocionalmente dañinas, y sirven solo para degradar a las víctimas -predominantemente mujeres-«, escribió Google en un artículo publicado en su blog. Aunque, obviamente, Google no puede limpiar esas imágenes de la web, el buscador es la parte central de la experiencia en la web de la mayoría de las personas, por lo que esta política tiene la posibilidad de generar un cambio dramático.

Google observa que está estableciendo una «política estrecha y limitada» para esas remociones, similar a lo que ya se usa para eliminar los nombres y firmas de la cuenta de un banco que han sido publicados.

Según aseguran en The Verge, la real limpieza de la web de la «porno venganza» y el enjuiciamiento de aquellos que la publican sigue siendo una dificultad. Sin embargo, los estados se están acercando cada vez más a prohibir esas acciones, y en febrero, California se convirtió en el primero en procesar a alguien por esa distribución, según informó el portal.

Sin embargo, a pesar de que algunos medios puedan presentar la noticia como positiva, es importante reflexionar acerca de la responsabilidad de los intermediarios y del alejamiento cada vez mayor de la posibilidad de cumplir con el debido proceso. En casos que deberían ser regulados por la legislación y el sistema judicial, se observa cada vez mayor cantidad de medidas que regulan desde el ámbito privado y hasta desde algunos códigos y algoritmos.

* En Twitter es @titayna