Según el fallo que se conoció el pasado viernes, la empresa no deberá realizar ninguna modificación en su servicio y podrá seguir operando tal como lo hace actualmente, al menos en la ciudad de Londres.

La justicia londinense dictaminó que la aplicación de transporte no puede incluirse en el mismo régimen jurídico que el taxi y podrá seguir funcionando en su forma actual. La empresa tiene prohibiciones y procesos pendientes en otras capitales europeas como Madrid, Barcelona, Roma, Alemania y París.

La disputa legal giraba en torno a la forma en que Uber calcula sus tarifas. Mientras los taxis convencionales utilizan un taxímetro, los conductores de Uber lo hacen mediante una aplicación que contempla tanto la distancia como la duración del viaje. Debido a la existencia de una ley que prohíbe la instalación de taxímetros en autos particulares, la justicia debía pronunciarse sobre la legalidad de estas operaciones.

En su fallo, el tribunal londinense dictaminó que la aplicación con la que Uber calcula su precio no puede considerarse un taxímetro, y por tanto, no debe incluirse en el mismo régimen jurídico que el taxi convencional. Así, podrá seguir operando en su modalidad actual en la ciudad de Londres. No obstante, en otras capitales europeas como Madrid, Barcelona, Alemania y París, también se tramitan acciones legales en su contra.

Con base en la ciudad de San Francisco, Uber fue lanzada a mediados de 2010 como una aplicación que permite a sus usuarios reservar y pagar viajes en auto desde el teléfono móvil. El crecimiento de la empresa y la confianza de los inversores le permitieron expandirse rápidamente a varias ciudades estadounidenses y luego hacia otras grandes capitales como Toronto, Berlín, Ámsterdam, Roma, Estocolmo, Londres y Milán.

Sin embargo, desde sus comienzos el avance de la empresa estuvo marcado por la controversia. Su ingreso a cada nuevo mercado en Estados Unidos, Europa o América Latina despierta el malestar de los taxistas que, además de manifestarse en su contra, han iniciado numerosas acciones judiciales acusando a Uber de actividad ilícita y competencia desleal.